La decodificación de las palabras
La interpretación
Y la explicación
El pequeño lector ya acumuló suficiente experiencia para realizar estos procesos de la conducta lectora.
Sin embargo existen alguno niños más aventajados que otros.
Alguno de ellos muestran una madurez muy superior para decodificar, interpretar y explicar los textos.
Mientras que otros se han quedado rezagados.
Estos niños rezagados deben entrar en un sistema lector.
Un sistema que les ayude a decodificar, interpretar y explicar los textos.
El único requisito es que el niño tenga el suficiente interés y gusto por la lectura.
De lo contrario seguirá rezagado.
Y esto se debe a que sus procesos de maduración no llegaron a tiempo.
1.- Por el ambiente familiar (Si es negativo)
2.- Falta de interés de los padres en la lectura
3.- Falta de interés de maestro en su caso en particular.
Estos tres elementos en conjunto retrazan al lector.
Todo lo anterior nos hace comprender que no podemos clasificar ni etiquetar a todos los niños
En edades de lectura. Como se hace en los salones de clase.
No todos los niños son iguales.
No se le puede pedir a un niño con escasa madures lectora que se interese y lea libros igual que otro pequeño con suficiente madurez.
Por lo tanto las características de los libros son diferenciados.
No se pueden imponer parámetros iguales para los niños de la misma edad.
Imponer parámetros equivale a discriminar a los menos maduros
Y alentar a los más maduros.
Sólo el promotor de la lectura que trabaja directamente con los niño puede observar el nivel de madures de uno y de otro niño.
Por lo tanto, sólo el promotor de la lectura puede identificar el libro que ayudará a uno y otro niño.
El sesgo procedimental es determinante.
Lamentablemente, la mayoría de las personas (Padres, Maestros, Pedagogos, Psicólogos, Educadores) frustran a los menos maduros y los condenan al fracaso lector.
Los condenan al fracaso escolar.
Dando como resultado un México en los últimos lugares en lectura según la OCDE.
